Ya no está

 

Un día vamos a buscar las cosas
esas que siempre están ahí
Empotradas en los mismos rincones de la casa
a cualquier hora de cualquier día.

Pero esta vez no las encontramos
Y es como si nos faltase un brazo
que de alguna manera
es indiscutiblemente así

ahora nos falta una caricia
Ese pedazo de alegría amontonada
ya no está.

Sólo cuando las cosas dejan de estar
las que estaban siempre
en las trampas del hábito
y no lo advertíamos

las que no esperaban demasiado de nosotros
pero nos esperaban
con una puntualidad casi clínica

entendemos que en la carrera de la soledad
otros caminan bien cerca nuestro
solos también

No les preocupa pasar desapercibidos
les preocupa no perdernos el paso

Y ya no están
Ahora forman parte de un pliegue del tiempo
Sólo podemos saber de ellas
si revisamos en el registro de la memoria

que si es lo suficientemente
inteligente y selectiva como uno cree
va a saber qué recuerdos guardar enteros.

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